Al final he decidido tener un móvil de los de antes (SMS y llamadas) para poder transitar en periodos de desconexión digital cohabitando con el smartphone de siempre.

He decidido hacerlo para ver si puedo (poco a poco) transitar en reducir el uso de pantallas, tener momentos de desconexión, reducir mi huella digital (aunque de una manera ínfima) y para volver al año 2004 y comparar veinte años de diferencia y he sacado unas reflexiones muy curiosas